Es de mañana
y nadie está en casa, se supone que hoy iba a clases, pero decidió tirarse la
pera. A los catorce años parece una simple “chiquillada”, pero ¿Por qué se tira
la pera? ¿Por qué decide que no ir clases es supuestamente “bueno”? David prefería
ir a fumar un troncho con sus amigos antes que asistir a clases, fumar en casa mientras los padres trabajaban,
parecía una buena idea.
La verdad es
que para muchos quienes consumen drogas ilegales dejarlas es simplemente una
odisea, Según David Sinclair ex drogadicto y actual consejero de “De Nuevo a la
Vida”, una ONG sin fines de lucro que ayudan a las personas a superar a su
adicción de estos estupefacientes. “Era joven y tenía dinero, estaba solo, mis
padres trabajan y el consumir drogas simplemente me ponía relajaba” .
El consumo de
estupefacientes en el país va en aumento en los jóvenes, quienes empiezan a temprana
edad a consumir drogas. Según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida
sin Drogas (DEVIDA) Cada año entre 20 y 30% de jóvenes en edad escolar se inician en el consumo de drogas. El
mercado de las drogas apunta a los jóvenes, quienes en una discoteca, fuera del
colegio e incluso en el propio hogar se encuentran con las drogas que les
dibuja en un principio sonrisa carente de alegría.
Un proceso oscuro
“No deseo a
nadie lo que yo he pasado, estuve casi diez años fuera de mi hogar” explica
David. Con casi 36 años, su tono firme demuestra seguridad en sus palabras, pero
no es suficiente. Sinclair ha tenido muchas recaídas en el proceso de dejar el
consumo. Su adicción lo llevo a internarse en diversos centros de atención, pero que siempre terminaba
siendo una caja oscura donde sus pensamientos sobre consumir no lo dejaban
tranquilo.
“Después de terminar
el colegio, donde solo asistía a dar exámenes me fui de casa. Mis padres ya no
me aceptaban y termine yendo a Ecuador, donde vivía al costado de un rio en la frontera,
con una prostituta a mi lado, mi pareja. El consumo, el tráfico de personas, el
robo, todo se sumaba para adquirirla. Todo giraba alrededor de la droga”
pasajes de su vida que se repetían constantemente
para Sinclair.
Un cuarto
pequeño forrado de madera sin asientos ni nada era su hogar en la clínica, supuestamente
para que no lastime, aunque ya las drogas lo habían destruido psicológicamente hasta
llevarlo a la esquizofrenia.
Para David adquirir
drogas era tarea sencilla puesto que el dinero no le era escaso. Pero existen
otros casos, cada persona tiene una forma distinta en la cual las drogas lo
afectan.
Familia
“yo quería regresar
a mi casa, pero mi cuerpo no” era ese el estado el no que no dejaba que
regresara, o que si al volver estuviera aun corto tiempo.
“Solo faltaba
ponerle llantas a mi casa, pero pesaba mucho” indica Sinclair en otro pasaje de
su vida. Un adicto al consumo de drogas, roba miente y hasta llegar a agredir a
sus familiares.
“la familia comprometida tiene que hacer una
terapia, porque la familia pude ser codependiente y manteniendo de laguna
manera la cultura de adicción, generando un sentimiento de culpa, creándose la manipulación
admitiendo la cultura de adicción” comenta el psicólogo Paul Broca, experto en
temas de adicción.
“la familia tiene
que tomar conciencia del problema” comenta Broca, y es que la familia tiene que
acudirá une experto, la solución no está en casa.
¿Amigo?
Mirko y Ricardo son mis amigos.
-Que
trajiste - Ricardo
-
Algo para que estés papi chulls, ja ja - Mirko
-
Ya vino a joder a la gente - Kike
-
Pero él siempre la pone, es buen pata – susurrando al oído de Kike
- Ricardo
Cada vez se ve más
delgado, su rostro esta ojeroso y no es por el trabajo, Mirko vive con su
abuela, él paga casi toso los gastos en el hogar, la jubilación de la abuela
solo ayuda en gastos menores básicamente para su propios gastos en salud
adquiridos por su edad, pero su otro “cachuelo “es el que más ingresos le ha
generado este año.
-
Oe…eres
mi pata ¿me vas a cobrar? - Mirko
-
No,
para ti es gratis - Mirko
-
Grande
Mirko- Ricardo
La Marihuana
resulta un negocio lucrativo, donde los más jóvenes sucumben a pensar que
pueden volverse adictos, y efectivamente no…
“Antes los
veía como amigos, ahora sé que nunca lo fueron, ahora son solo conocidos…”comenta
Sinclair, es que esos “amigos”, que eran sus proveedores, solo querían chuparle
la vida, eran peor que sanguijuelas, se alimentaban de su futura muerte.